La libertad de prensa es un derecho fundamental que no solamente interesa a los periodistas o a los medios de comunicación, sino a toda la sociedad.
Permite que la circulación esté disponible para todos y que exista una observación directa de la comunidad sobre los poderes públicos.
En Ecuador, las agresiones a la prensa siguen al alza. El año pasado se registraron 356 casos, un 23 % más que en el 2021.
Los asesinatos de comunicadores (cuatro el año pasado), las amenazas y los atentados son los efectos más preocupantes de una serie de ataques que no para.
A los gobiernos les conviene controlar la información que se difunde a través de los medios de comunicación, aplicando mecanismos de censura directa o indirecta.
A pesar de que los gobernantes se declaran defensores de las libertades, el aparato estatal mantiene restricciones, como las de funcionarios públicos que se olvidan de que la información le pertenece a la sociedad y no a ellos.
Los medios también sirven de filtro para noticias falsas y otras maneras de desinformación que pueden llegar a tener consecuencias graves sobre la democracia y la comunidad.
La libertad de prensa no sólo debe protegerse, sino promoverse. Interesa a todos, a los medios, el Estado y la comunidad.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 3 de mayo del 2023 en nuestra edición impresa.