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Causa extrañeza que la fiscal Diana Salazar, de sonada actuación en la lucha contra la corrupción durante los últimos meses, anticipe que en los próximos días dará una sorpresa cuando dé a conocer las investigaciones en torno al caso de los “Ina papers” (documentos Ina, traducido al español, que supuestamente revelan una trama de corrupción en torno al expresidente Lenín Moreno).

Este anuncio de la fiscal genera el efecto de alertar a los involucrados en el caso, quienes ahora podrán actuar de diversas formas. Una forma sería huir del país. Otra sería tratar de influenciar políticamente la investigación. Otra podría ser la de coimar a los investigadores o anticipar presiones a los jueces.

“Se alerta a los involucrados en un caso y eso puede ser contrario a la lucha contra la corrupción”.

Ninguna de las reacciones mencionadas es deseable dentro de la lucha contra la corrupción.
La ley prohíbe a la Fiscalía difundir información que está en la fase de indagación previa. Si bien el anuncio de la fiscal no es una información concreta, sí es un avance especulativo que puede tener el mismo efecto y contradecir el espíritu de la ley.

Malo sería que los fiscales a lo largo del país empiecen a anticipar si sus investigaciones tendrán sorpresas o no. O quizás convenga cambiar la ley y permitir que se difunda la información de las indagaciones previas.  
Si la Fiscalía ha cometido un error, vale que sea reconocido y enmendado a tiempo.

Editorial de El Diario publicado este domingo 27 de junio del 2021 en nuestra edición impresa.