La salud física y mental del personal sanitario, entiéndase médicos, paramédicos, enfermeras y otros; debe ser analizada.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que “la pandemia evidenció el desgaste del personal de salud y en los países en los que el sistema de salud colapsó, el personal sufrió jornadas extenuantes y dilemas éticos que impactaron en su salud mental”.
El personal sanitario no solo requiere aplausos, reconocimientos y buenos salarios, también necesita protección integral. Esto no solo abarca las medidas físicas para prevenir el contagio, sino que debe incorporar la protección de su salud mental y de la calidad de vida.
“Hay casos de estrés postraumático que se agudizan”.
En epidemias pasadas vividas, especialmente en otros países, se descubrieron trastornos hasta tres años posteriores a los picos de las enfermedades, incluyendo estrés agudo, depresión y síntomas de estrés postraumático.
Los expertos alertan que la constante exposición del personal de salud a altas tasas de muertes, sumado a fuertes, concurridas y largas jornadas de trabajo con sobrecarga de pacientes, pueden llevar al error. Si a eso se le suma trabajar sin recursos, sin insumos y medicamentos suficientes, se crea impotencia y esa impotencia se transforma en frustración. Todos estos factores pueden desencadenar en un estrés crónico.
El problema debe ser abordado.
Editorial de El Diario publicado este martes 15 de febrero del 2022 en nuestra edición impresa.