La descentralización para fortalecer el poder local debe ser un objetivo de los candidatos en las próximas elecciones de gobiernos seccionales, con el fin de fortalecer sus competencias y otorgar mayor eficiencia a la gestión pública.
Actualmente el Estado central maneja el 80 por ciento del presupuesto público; el resto se distribuye entre los gobiernos autónomos descentralizados y organismos autónomos.
Esta repartición hace que la gran mayoría de las decisiones se tome en las sedes de los ministerios o las secretarías de Estado.
Así, si se requiere la construcción de una escuela, todos los procesos se manejan desde Quito, cuando lo óptimo sería que se lo hiciera desde el cantón o la parroquia beneficiaria de la obra, sobre la base de sus necesidades.
“La gran mayoría de las decisiones se toma en las sedes de los ministerios”.
El manejo centralizado puede facilitar la corrupción, los retrasos a discrecionalidad y conveniencia, las fallas en la ejecución y en la funcionalidad de las obras.
No es lo mismo cuando las necesidades se conocen a través de informes que pasan por varios filtros que cuando se las ha visto de cerca.
Los candidatos deberían considerar en sus planes el compromiso de fortalecer el poder local.
Más allá de la gestión, se necesita insistir en la necesidad de trasladar competencias a los GAD con los presupuestos suficientes.
Editorial de El Diario publicado este jueves 29 de septiembre del 2022 en nuestra edición impresa.