Las demandas de las organizaciones indígenas al Gobierno debieron ser negociadas, no únicamente en mesas de diálogo con unos cuantos actores sociales, sino en la Asamblea Nacional, que es donde está representado todo el país.
Si por las circunstancias de la política, como resultado del paro de junio que tanto daño hizo a Ecuador, se aceptó la figura de las mesas de diálogo para discutir las exigencias que formularon los dirigentes de los grupos indígenas y cambiar aspectos del manejo estatal, se respeta este proceso; sin embargo, todo diálogo debe encauzarse a través del Legislativo, tal cual determina la Constitución.
En ninguna negociación se logra la totalidad de lo que se pretende, pues siempre hay que hacer concesiones de parte y parte.
“No será bien visto volver a ceder para apaciguar amenazas”.
El movimiento indígena ha avanzado en sus pretensiones y el Gobierno también ha presentado sus propuestas.
Negociar con un grupo puede llevar a tomar decisiones injustas o que no sean aceptadas por la mayoría, lo cual sería un error político. Y mucho peor será volver a ceder para apaciguar amenazas.
Se hace un llamado a retomar todo tipo de negociaciones por los cauces democráticos, a través de la Asamblea Nacional, en la que están las figuras políticas que los ciudadanos escogieron para que los representaran.
Editorial de El Diario publicado este domingo 16 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.