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Ni la forma ni el fondo del reciente paro de la Conaie, con vandalismo y hasta terrorismo, representan el pensar de la mayoría de los ecuatorianos. Sin embargo, el evento sirvió para que el país haga una evaluación a lo que va del gobierno del Presidente Guillermo Lasso, y se puede asegurar que la mayoría demanda cambios en algunos aspectos de su gestión.

A nivel macroeconómico, sin duda los indicadores muestran resultados favorables. A nivel internacional, hasta antes del paro, la imagen del país y su presidente gozaban de buenos niveles de aceptación. Y sin duda, la dirección general del gobierno es acertada, porque propone un país con libertades individuales, económicas, apertura internacional, modernización de leyes tributarias y laborales, entre otras.

A pesar de los aciertos, a nivel de la economía de la gente, es decir el microeconómico y la atención a las provincias y cantones del país, la evaluación es mala.

“Hay que atender los problemas de la gente”.

Hay inflación, hay abuso del Estado, no hay medicina en los hospitales, no hay materiales para emitir cédulas, las carreteras se están deteriorando, las promesas de campaña con Manabí no avanzan, entre tantos otros problemas.

Por lo anotado se solicita al presidente Lasso que haga un cambio estratégico en el gobierno, en donde se establezca nuevas prioridades y se asigne recursos para atender los problemas del día a día del ecuatoriano común.

Un cambio o un “golpe de timón”, demanda de perfiles de líderes, diferentes en el gobierno. 

Editorial de El Diario publicado este domingo 3 de julio del 2022 en nuestra edición impresa.