Compártelo con tus amigos:

Las deficiencias burocráticas y operativas de ciertas instituciones del Estado afectan al acceso de muchos niños y adolescentes a un derecho básico, como el de la educación.

Es lo que ocurre con los padres de familia y estudiantes que deben esperar hasta por tres meses un turno para obtener la cédula de identidad, pues sin este documento no pueden matricularse y acceder al sistema educativo.

El Registro Civil asegura que no tiene material, pero tampoco tiene la capacidad operativa para enfrentar la demanda de este documento, aumentada por el pronto inicio del año lectivo.

“El mismo Estado genera las deficiencias que bloquean el acceso al sistema educativo”.

No es justo que se niegue el acceso a la educación a niños y adolescentes por el hecho de no tener a la mano un documento que el mismo Estado no está en condiciones de entregar en forma oportuna.

Es contradictorio que el Estado, que dispone en sus sistemas la información de todas las personas, no permita una matrícula porque no hay una cédula, cuando existe una ley, la de Optimización y Eficiencia de los Trámites Administrativos, que contempla principios como la interoperabilidad y la simplicidad en el acceso a los servicios.

El Ministerio de Educación debe aplicar otros mecanismos, aunque sea a modo temporal, para evitar la vulneración de derechos a un sector de atención prioritaria.

Editorial de El Diario publicado este miércoles 27 de abril del 2022 en nuestra edición impresa.