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De acuerdo con las previsiones, el fenómeno El Niño, caracterizado por intensas lluvias, estará en los últimos meses de este año en Ecuador, por lo que bien pudiera aprovecharse el aumento de la pluviosidad para emprender una campaña para reforestar.

Aunque los efectos de este evento climático pueden ser adversos por las inundaciones y las afectaciones a la salud, también ofrece una oportunidad singular para acciones como reforestar.

Al plantar nuevos árboles, sobre todo reforestar en las zonas de colinas y las riberas de los ríos, habrá más probabilidades de éxito con la abundancia de lluvias.

En Manabí, el estiaje prolongado y la ausencia de precipitaciones suelen ser un problema que amenaza la producción y la supervivencia.

“El estiaje prolongado y la ausencia de precipitaciones amenazan  la producción”.

Al no tener fuentes de agua permanente, las grandes reservas suelen llegar a niveles críticos, especialmente en los años considerados secos; pero en las áreas que no están cubiertas por las presas, los efectos son mucho más severos.

Los árboles tienen un papel necesario como reguladores de los ciclos del agua y protectores del suelo, por lo que la recuperación de áreas de bosque puede ser favorable.

Es necesario que desde el sector público se analice la necesidad de emprender una campaña de reforestación para este mismo año. Que se establezcan las políticas y los programas y se asignen los recursos

Editorial de El Diario publicado el martes 4 de julio del 2023 en nuestra edición impresa.