El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha hecho saber este miércoles que Niviane Petit Phelps, una enfermera de 39 años, se declaró culpable el pasado viernes de una acusación formal de seis cargos, entre ellos el de amenazar de muerte a la vicepresidenta, Kamala Harris.
El pasado mes de febrero Phelps envió un vídeo de unos 30 segundos a su esposo, preso en una cárcel de Florida, en el que aseguraba que había aceptado 53.000 dólares para cometer un “golpe” contra Harris en un plazo de 50 días, acompañado de una fotografía de ella en un campo de tiro.
Los fiscales señalan que días después, Phelps solicitó un permiso de armas. Al ser detenida, apunta el Departamento de Justicia, dijo que “no sabía que habría pasado” si los agentes “no hubieran ido a su casa”.
De acuerdo con los Servicios Secretos, Phelps, que es afroamericana, aseguró ante los agentes que estaba “molesta” con Harris porque no juró el cargo sobre la Biblia y porque no era realmente negra, tal y como la vicepresidenta hace creer, cuenta la NBC.
La lectura de su sentencia está prevista para el próximo 19 de noviembre. Phelps se enfrenta a una pena de hasta cinco años de prisión. Su abogado, Scott Saul, ha argumentado que la mujer “ha llevado una vida honorable hasta este incidente” y que actuó movida por “circunstancias atenuantes significativas” por lo que espera una sanción “equitativa”.
Las autoridades estadounidenses tuvieron constancia de la existencia del vídeo y la fotografía gracias a una aplicación informática que se utiliza para enviar contenido multimedia a los presos.