El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena de seis años de cárcel impuesta a un joven de origen ecuatoriano por delito de agresión sexual sobre una amiga a la que había pedido que le acompañara a orinar hasta una zona alejada del río, en León capital, durante la celebración de la noche de San Juan en 2019.
La sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, desestima de este modo el recurso interpuesto por el condenado y confirma en todos sus términos el fallo condenatoria dictado por la Audiencia de León el pasado mes de febrero, consistente en seis años de prisión–se le aplica la atenuante de haber actuado bajo la influencia del alcohol–, prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia no inferior a 500 metros, a su domicilio, a su centro de trabajo o a cualquier otro lugar en el que se encuentre, y a comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento durante siete años.
Además, se impone al condenado la medida de libertad vigilada durante cinco años, a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad impuesta, y en concepto de responsabilidad civil la obligación de indemnizar a la víctima en la cantidad de 5.000 euros por los daños morales sufridos y en 120 euros por las lesiones personales, según la información del Gabinete de Prensa del TSJ recogida por Europa Press.
Los hechos se remontan a la noche de San Juan, el 24 de junio de 2019, cuando el condenado se encontraba en una zona del río de León capital junto con unos amigos, entre ellos la agredida sexualmente, de 18 años.
En el curso de la fiesta, sobre las 03h00 horas, el condenado propuso a su amiga que le acompañara hasta una zona alejada a orinar, invitación que ella aceptó, de forma que ambos accedieron a un lugar retirado, oscuro y donde no transitaban personas.
En ese lugar, los dos amigos se pusieron a orinar. A continuación, el acusado dijo a la denunciante que se liara con él y que le besara, que no pasaba nada, a lo que ella se negó.
Ante ello, y de forma repentina y sorpresiva, él, con los pantalones bajados y con ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos, agarró por el brazo izquierdo a la joven y la sujetó fuertemente, le bajó el pantalón que ésta tenía desabrochado, le dio la vuelta y la puso de espaldas, empujándola con las manos por detrás y obligándola a agacharse, con la finalidad de facilitar la penetración para, acto seguido, introducir el pene en su vagina.
ELLA, EN SHOCK
Ante ello, la denunciante quedó obnubilada, bloqueada, en estado de shock y temerosa por si el acusado la pudiera causar algún daño, siendo sólo capaz de decirle repetidamente que no lo hiciera, que no lo hiciera, al tiempo que intentaba separarse de él.
Así estuvieron varios minutos hasta que el acusado dejó de sujetarla y sacó el pene de su vagina, abandonando ambos el lugar.
Como consecuencia de estos hechos, ella fue reconocida por el Médico Forense el día 1 de julio de 2019, quien le observó heridas consistentes en dos hematomas en el tercio superior y medio del brazo izquierdo. Asimismo, la denunciante precisó de tratamiento psicológico para afrontar las secuelas derivadas de la agresión sexual sufrida por el acusado.