Los servicios de emergencia paquistaníes han elevado a más de 1.100 la cifra provisional de víctimas mortales tras el temporal de lluvias que lleva semanas azotando a Pakistán y que ha llevado al Gobierno a declarar la situación de calamidad en más de medio centenar de distritos.
La Autoridad Nacional para la Gestión de Desastres (NDMA, por sus siglas en inglés) tiene constancia de al menos 1.136 fallecidos, según el boletín divulgado este lunes por la tarde y que sitúa Sindh (402 muertos), Jaiber Pajtunjuá (258) y Baluchistán (244) como las regiones más afectadas.
Además, también ha registrado al menos 1.634 heridos, si bien se trata de un recuento provisional porque numerosas zonas siguen totalmente anegadas. En total, habría más de 33 millones de personas damnificadas de forma directa o indirecta.
Las autoridades calculan que más de un millón de viviendas han sufrido algún tipo de daño, entre ellas más de 300.000 que han quedado completamente destruidas. También se han perdido más de 735.000 cabezas de ganados y hay casi 3.500 kilómetros de carreteras dañados.
Pakistán ha sufrido lluvias que casi triplican los valores medio para esta época. En zonas como Baluchistán y Sindh, los datos actuales quintuplican lo que se consideraría normal, según un informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.
La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas, Julien Harneis, ha descrito la crisis actual como “el mayor desafío” de las últimas décadas para Pakistán. La organización reclama 161 millones de dólares para ayudar a un millón de personas.
Agencias como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) han anunciado ya acciones de respuesta a la emergencia. Esta última organización ha recordado que en las zonas afectadas por el temporal un 40 por ciento de los niños ya sufrían retraso en el crecimiento a causa de la desnutrición crónica.