Al menos once personas han muerto y 96 se encuentran afectadas por la fiebre hemorrágica de Lassa durante las dos primeras semanas del año en once estados de Nigeria, según el último balance de agencia epidemiológica del país africano sobre una enfermedad que ya acabó con la vida de 92 personas el año pasado.
El Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria (NCDC), ha confirmado nuevos casos de la fiebre en los estados de Edo, Ondo, Bauchi, Benue, Kogi, Oyo, Taraba y Ebonyi, siendo los tres primeros los más afectados, al registrar tres cuartas partes de los enfermos, según el balance recogido por el diario ‘The Premium Times’.
El virus de Lassa se transmite al ser humano por contacto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con orina o heces de roedores y es endémica en Nigeria, como también lo es en Benin, Ghana, Guinea, Liberia, Malí y Sierra Leona.
La tasa de letalidad global es del uno por ciento, pero puede llegar al 15 por ciento en pacientes hospitalizados. De hecho, el NCDC informa de que la tasa de letalidad de este brote es del 11,5 por ciento, por debajo del 17,4 por ciento registrado en 2021.
Asimismo, el NCDC ha revelado que existen ahora mismo 465 casos sospechosos en el país, y confirmado que hay tres trabajadores sanitarios entre los afectados.