Las grandes desigualdades de América Latina y el Caribe, acentuadas por la pandemia, condenan a las mujeres jóvenes y más vulnerables a perpetuar la pobreza, ser víctimas de la violencia de género y abuso sexual o a padecer de forma más severa fenómenos como la migración y el cambio climático, señala un informe presentado este lunes.
El documento forma parte del proyecto “Danzar en las Brumas. Género y juventudes en entornos desiguales en América Latina y el Caribe”, desarrollado por la Unesco, el Colegio de México (Colmex) y el Colegio Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
El documento se estructura sobre la base de ocho capítulos que cubren los siguientes temas: migraciones, salud mental, embarazo adolescente, cambio climático, trabajos de cuidado, brecha digital, precarización laboral, trayectorias educativas.
“Danzar en las brumas” no es solamente un informe sobre género y juventudes en el entorno de las desigualdades de América Latina y el Caribe, pues tiene vocación de plataforma de acción, inspiradora de alternativas, con la esperanza de lograr transformaciones sostenidas para el logro de la justicia y la equidad en la región”, señalaron las autoras en un boletín.
El proyecto recorre distintas vías, a manera de recordatorios, estímulos, piezas inspiradoras de cambios: así, los datos dialogan con historias de vida, y sus relatos se transforman en animaciones audiovisuales.
Cada capítulo, cada reporte, lleva el sello de la música de la región; las ilustraciones son afiches y postales que mantienen presente el llamado; las ciencias sociales y el arte están conjugados en plataforma digital, de acceso libre y universal.
“Las investigaciones y sus historias se convierten en pódcast para enterarse y visibilizar. Todo está entramado, tal como las desigualdades, pero con signo de superación, acción colectiva y resiliencia”, precisaron.
DESIGUALDADES SON UNA ACTUALIDAD. El informe señala que en América Latina y el Caribe las desigualdades siguen constituyendo una situación “insostenible”, la cual reclama el mayor compromiso de todos los actores, especialmente los Estados y de adecuadas políticas públicas para disminuir múltiples brechas.
Además expone la urgencia de contar con un enfoque integral que conjugue la perspectiva de género con el enfoque generacional de juventudes y la multidimensionalidad de las desigualdades.
“Tanto en el caso de la deserción educativa, la precarización laboral, la fragmentación de servicios de salud, así como las crecientes tasas de violencia y otras dimensiones críticas, la integralidad se torna ineludible”, precisa.
El informe destaca por ejemplo que los casos de violencia machista tiene altos niveles de impunidad, de casi el 99 % en Colombia y México, por ejemplo.
Apunta también que la pandemia de covid-19 ha profundizado las brechas en la región afectando principalmente a las mujeres jóvenes.
Frente a esta crisis, apuntan, las respuestas deben ser “de gran envergadura” pues las juventudes tienen el doble del nivel de desempleo que la población en general, tienen menor acceso a la salud, enfrentan impactos en su salud mental y, según algunas encuestas, manifiestan menor confianza en las instituciones.
Precisa también que la pandemia ha tenido efectos muy negativos en América Latina, al dejar a 114 millones de estudiantes sin escolarización presencial.
“Esto ha provocado un aumento de la desvinculación y ha desencadenado nuevos procesos de exclusión educativa”, remarca el documento.