La embajadora de la Unión Europea en Ecuador, Jekaterina Doródnova, y el embajador de Italia, Giovanni Danoli, se pronunciaron este 29 de septiembre en Quito, tras participar en un convoy humanitario liderado por el presidente Daniel Noboa hacia Imbabura, provincia donde se registró la muerte de un manifestante y 12 militares heridos en el marco de las protestas indígenas.
Pronunciamiento diplomático
Doródnova relató que el grupo de vehículos oficiales recibió ataques con piedras y bloqueos en carretera durante el desplazamiento. La embajadora expresó: “Todo el mundo tiene derecho a manifestar, pero pacíficamente”. La diplomática lamentó la muerte de un indígena en las protestas y pidió la liberación inmediata de militares retenidos.
Por su parte, Danoli señaló que el trayecto, que usualmente dura tres horas, tomó más de seis horas debido a los bloqueos. Calificó la situación como “muy preocupante” y criticó los actos de vandalismo que afectan a ciudadanos y pequeños negocios.
Ambos diplomáticos subrayaron que las manifestaciones son legítimas si se realizan dentro de la ley y sin violencia.
Convoy bajo ataque
El presidente Daniel Noboa denunció que el convoy fue emboscado en Otavalo mientras trasladaba ayuda humanitaria junto a delegados de la ONU, UE, Italia y el Nuncio Apostólico. Publicó imágenes de vehículos con vidrios destrozados y aseguró que “Ecuador no puede retroceder”.
El Gobierno informó que respeta la protesta pacífica, aunque acusó la presencia de infiltrados responsables de ataques violentos. También denunció un asalto previo a un convoy humanitario, donde murió un manifestante y resultaron heridos militares.
Reacciones internacionales
La Relatora Especial de la ONU sobre defensores de derechos humanos, Mary Lawlor, advirtió en la red X que recibió “noticias preocupantes” sobre represión de protestas pacíficas en Ecuador. Exigió que el Estado se abstenga de represalias contra quienes defienden derechos.
Mientras tanto, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) negó haber retenido militares y rechazó las acusaciones de “terrorismo”. Su presidente, Marlon Vargas, acusó al Gobierno de imponer “terror con la represión” y afirmó que existen “infiltrados del mismo Estado” en las manifestaciones.
Contexto de la protesta
Las movilizaciones en la Sierra norte llevan más de ocho días con bloqueos esporádicos en cinco provincias. En Otavalo, un ataque contra una estación policial dejó diez vehículos destruidos y daños en infraestructura.
El Ejecutivo sostiene que la violencia busca impedir avances del país. En contraste, dirigentes indígenas reiteran que su lucha es social y no responde a intereses delictivos.
La situación mantiene en tensión a Imbabura y preocupa a la comunidad internacional, que exige respeto a derechos humanos y diálogo entre el Gobierno y el movimiento indígena.