El Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador certificó esta semana la inclusión de la “Alfarería en la provincia de Napo, cantones Tena y Archidona, utilizando técnicas y materiales ancestrales” en la lista Representativa de Patrimonio Inmaterial del país andino.
Una fuente del Ministerio indicó este sábado a Efe que el certificado lo recibieron Alicia y Rosalina Andi, Olga y Serafina Cerda, María Chimbo, Alicia Alvarado, Juana Rosa y Juan José Tanguila en representación de 31 elaboradores de objetos en barro (Allpa manka).
El proceso para el reconocimiento de esta manifestación identitaria en esta provincia amazónica inició en 2017 con la recuperación de saberes y conocimientos ancestrales en la producción alfarera tradicional.
Se trata de una iniciativa desarrollada en emprendimientos turísticos comunitarios y familiares de comunidades kichwa quijos/napo runa, para el ‘Plan de Salvaguardia del Sistema de Producción Cerámico’ y realizado por la Universidad Regional Amazónica Ikiam junto a los portadores de conocimientos ancestrales, de las alcaldías de Archidona y Tena, y el acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).
Mauricio Ullrich, viceministro de Cultura y Patrimonio, recalcó el compromiso de esa cartera de Estado y del Gobierno por fortalecer la interculturalidad como uno los ejes de trabajo.
De su lado, Serafina Cerda, maestra ceramista, se mostró emocionada y señaló que la práctica de esta manifestación ancestral se mantiene y se revitaliza con este reconocimiento a la energía y sabiduría de alfareros de los comunidades Tiyuyaku, Venecia Derecha, Amauta, Kachiwañuska, Ahuano y San Pedro de Muyuna.
DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Según el Ministerio, el proceso de producción de la alfarería ha sido transmitido de generación en generación, por varios milenios. Tradicionalmente se realizaba de madres, abuelas a hijas y nietas, como una actividad cotidiana y femenina.
Así también, la capacitación asociada a comunidades organizadas alrededor del turismo comunitario, como Tiyuyaku, Amauta, Waysawasi, Napu Manka Wasi, Mujeres Pankalla Urku Warmi, ha jugado un rol importante para mantener viva dentro de la memoria social la producción de objetos elaborados con barro.
Ello, pese a que el uso de estos ha sido reemplazado por elementos en loza, acero, aluminio y plástico, lo que ha traído como consecuencia que su producción vaya decreciendo.
Juana Rosa Tanguila, de 90 años, recordó que en su infancia, su madre traía el barro y al verla trabajar, ella empezó a hacer ollas pequeñas con la técnica de cordel.
“De acuerdo a información arqueológica reciente reportada en el Sitio Pashimbi, cantón Tena, se conoce la evidencia de varios grupos humanos con tradición alfarera desde hace tres milenios”, según el Ministerio de Cultura y Patrimonio. EFE