En la casa del taxista Juan Carlos Miranda Cantos (36) existe un profundo dolor por su muerte, pero también indignación por la inseguridad.
Pálida, llena de ojeras, temblorosa y con una barriga que carga a una bebé de 8 meses de gestación, Grace Villamar vela a su esposo asesinado, en su vivienda, en la ciudadela Vicente Véliz de Portoviejo.
No ha parado de llorar desde que se enteró del crimen.
Y es que, a pesar de que todos los días en las noticias conoce sobre asesinatos en Manabí, ella nunca pensó que su esposo iba a ser una de esas víctimas, porque él era una persona tranquila, muy trabajadora, que no se metía con nadie.
“Es injusta esta situación. Me dejaron sin mi esposo. A él no le importaba trabajar hasta la madrugada con tal de conseguirnos el dinero para la comida de cada día, era una persona muy buena, se esforzaba mucho. Me he quedado sin la mitad de mi vida por la maldita delincuencia”, exclamó en medio de lágrimas la esposa del taxista asesinado.
Ella contó que el domingo, a eso de las 09h00, su esposo tenía pereza y ella lo fue a despertar.
“Le dije que ya era hora de ir a buscar carreras en el taxi, pero él me contestó que ese día no tenía ganas de trabajar. Entonces le recordé que necesitábamos dinero para los gastos de la bebé que está por nacer y había que hacer un esfuerzo extra, entonces se levantó de la cama y salió en el taxi a buscar pasajeros. No saben cuánto me arrepiento de haberle pedido eso, tal vez si no hubiese trabajado ese día no estuviera muerto”, dijo la esposa.
Aparte del bebé que está por llegar, la pareja tiene un niño de 10 años que queda huérfano de padre.
“¿Cómo les explicó a mis hijos un día lo que ha pasado? Pedimos que se haga justicia, que se encuentre y se castigue a los culpables”, exclamó la esposa del taxista, ahora viuda.
Taxista asesinado cuando hacía una carrera
El asesinato de Juan Carlos Miranda Cantos ocurrió el domingo, aproximadamente a las 16h45. Él transportaba a varias personas en su taxi de la cooperativa Camilo Briones, por las calles 26 de Septiembre y 15 de Septiembre, por el sitio El Guabito.
En ese momento, sicarios aparecieron en un carro y con un fusil descargaron una ráfaga de balas contra el taxi.
Juan Carlos Miranda y Tito Alfredo Bazurto Almenaba (34), uno de sus pasajeros, fueron los primeros en caer abatidos, mientras que una tercera persona, Jonathan Jean Pierre Celorio Celorio (20), quedó sin vida fuera del taxi, a pocos metros, ya que al parecer habría intentado correr para escapar de los sicarios.
Tras el ataque, los criminales desaparecieron a toda velocidad del sitio.
Luego se conoció que cerca al colegio Uruguay habían dejado abandonado un automóvil marca Kia, de color gris. Se presume habría estado implicado en el triple crimen.