Pedro Rivas y su esposa Liliana Seme sobrevivieron a un accidente y ahora buscan que se haga justicia. El accidente ocurrió el 28 de enero de este año en Manta.
Pedro indicó que su esposa trabaja en una fábrica de procesamiento de pescado y esa madrugada volvían a casa, ubicada en el sector Urbirríos 1. Pero en la vía Circunvalación, cerca del colegio réplica Manta, un auto impactó al carro en que viajaban.
Producto del accidente la esposa de Pedro, Liliana, resultó con tres fracturas: pelvis, brazo y en una de sus piernas. Lesiones que le provocaron una discapacidad de 90 días. Esa madrugada, paramédicos llevaron a Liliana a un hospital.
Pedro la acompañó, pero antes se aseguró que los agentes de la Comisión de Tránsito retuvieran el vehículo implicado en el percance y este fue trasladado al patio, ubicado en Portoviejo, donde permanece.
Él contó que desde esa noche, el camino para que los dueños del vehículo se responsabilicen con los gastos, ha sido cuesta arriba.
De hecho, le ha tocado hacer doble gasto: primero para cubrir las medicinas de su esposa y para llevar un proceso judicial en el que hasta el momento no ha conseguido justicia, dice Pedro.
La abogada Marta Galarza Vélez, defensora de Pedro Rivas, indicó que el proceso ha tenido trabas. Lo primero que descubrió es que los dueños del carro, que tiene placas de Santo Domingo, lo declararon como robado.
Sin embargo, los tiempos de la denuncia no coinciden porque el reporte del robo que se hizo con una llamada al ECU-911, fue un día después del accidente.
Y para determinar si el carro fue robado, ella solicitó una pericia al vehículo. Esta diligencia estaba prevista para las 15h00 del viernes 16 de abril, pero esta fue iniciada una hora antes y sin su presencia, denunció Galarza.
Entonces, ella cree que hay trabas en el procedimiento y todo para encubrir que el carro no fue robado, sino que quien lo conducía era un familiar de la dueña. Ella pide que se hagan responsables del accidente.
Debido al accidente, Liliana Seme quedó impedida para trabajar y ella era el sostén de su casa, ya que Pedro Rivas está sin trabajo.
