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Albina Bone aparenta estar tranquila, pero sus emociones están a flor de piel.    

Hace 23 días no sabe nada de Michelle Solórzano Bone, la última de sus tres hijas, y eso la tiene intranquila.
“Su teléfono está apagado, pasan los días y la preocupación aumenta”, señala la madre.
Según Albina, a las 16h00 del 13 de enero su hija salió de su casa en una mototaxi y dijo que ya regresaba, pero no fue así.
“Solo me dijo ‘ya vengo’. No se llevó ropa ni nada de la casa. Nosotros vivimos en el barrio El Cisne de la cooperativa Carlos Ruiz Burneo”, explicó la fémina, quien ayer asentó la denuncia en la Fiscalía de la desaparición de Michelle.
> Con fe. “Tengo fe de que no le ha pasado nada. Su desaparición es rara. El mismo día a las cinco de la tarde me hizo dos llamadas, pero no escuché el celular, cuando me di cuenta la llamé, pero no me respondió. No sé qué ha pasado”, señaló la progenitora.
Bone detalló que el 14 de enero recibió un mensaje a su celular de un número desconocido y en él le decían que no se preocupara, pues Michelle estaba “con el amor de su vida”.
“Hemos llamado a ese número, pero sale apagado. No sabemos si fue ella quien envió ese mensaje o fue otra persona”, dice Albina con voz entrecortada.
Añadió que todo lo que está viviendo no se lo desea a nadie.
“Lo único que deseo es que me llame y me diga que está bien, quiero escucharla para poder estar tranquila y en paz, no saber nada de ella me desespera”.
Aseguró que Michelle estaba dedicada a sus estudios y enfocada en su trabajo de grado para poder graduarse en la Unidad Educativa Villa Florida.
“Su sueño es graduarse y aplicar al proceso de postulación para ser parte de la Policía Nacional”, se indicó.