El conductor de la camioneta que habría provocado el accidente del lunes recibió prIsión preventiva. ayer fueron sepultadas las víctimas de la tragedia.
el tráfico se detuvo por varios minutos ayer cuando, pasadas las 13h00, por toda la avenida Río Toachi recorrió el carro que llevaba el ataúd de Anahí Yandún, quien perdió la vida trágicamente, con tan solo 12 años de edad.También estaban paralizados los ojos de quienes veían pasar el féretro, las flores y las decenas de vehículos que hacían la caravana.
Muchos agachaban la mirada con tristeza, otros pitaban en señal de respeto y apoyo por la tragedia que vive la familia de la pequeña, quien murió al instante en el accidente que ocurrió en el ingreso de la cooperativa Juan Eulogio, el lunes por la mañana.
El cuerpo de Anahí, estudiante de la unidad educativa fiscal Kasama, estuvo por varios minutos en los exteriores del edificio del Consejo de la Judicatura, donde sus familiares y amigos exigieron justicia y transparencia en las investigaciones respecto al siniestro que acabó con la vida de la pequeña.
Luego siguió rumbo a la parroquia El Esfuerzo, donde fue sepultada en la tarde, junto a los restos de su abuelita materna.
Pasadas las 18h00 del lunes, el cadáver de Anahí Yandún fue retirado del centro forense de Santo Domingo, donde le hicieron la autopsia.
Con el apoyo de los amigos, después fue trasladado hasta la sede de la Asociación de Sozaranguenses, en la avenida Tsáchila, para la velación.
Compañeros de estudios de la pequeña, sus profesores, autoridades locales y familia, llegaron a despedirse y rememoraron cómo fueron los últimos minutos de vida de la niña.
Su papá, Henry Yandún, contó que antes de subirse a la buseta el lunes, cerca de las 06h00, la pequeña le dio un fuerte abrazo y le dijo que pronto se verían de nuevo. Eso nunca pasó.
Su gran sueño era ser dentista y disfrutaba mucho pintar. Siempre se mostraba alegre, así prefiere recordarla ahora que ya no está.
El padre también dijo que él por más de 20 años ha sido transportista interprovincial, y su hija disfrutaba ocupar el asiento del acompañante. Así hacía también en la buseta escolar, donde viajaba durante los últimos seis años para llegar a clases y en la que perdió la vida.
“Me decía que era para ayudar al chofer; es un puesto que se ganó con los años en el vehículo escolar”, dijo el papá.
En ese mismo asiento iba Anahí, el lunes, cuando una camioneta chocó de frente contra la buseta y le arrebató la vida en segundos.
El vehículo que impactó a la buseta frontalmente fue la camioneta que conducía Daniel Emiliano López.
Él, según los resultados de la prueba de alcoholemia que le hicieron, manejaba con 1,24 grados de alcohol en sangre.
El médico general Juan Carlos Gómez dijo que para alcanzar los 1,2 grados de alcohol en sangre deben ingerirse, como mínimo, cinco copas de vino, o cuatro vasos de cerveza.
En la escena donde ocurrió la tragedia hubo cámaras que captaron el impacto, y luego se aprecia cómo López sale de la cabina de la camioneta para mirar qué hay debajo del carro. Era uno de los niños heridos.
Los uniformados que tomaron procedimiento en el caso lo aprehendieron, y el martes, pasadas las 01h30, se conoció el dictamen de la audiencia de calificación de flagrancia, donde le impusieron 30 días de cárcel, que está cumpliendo desde entonces en el penal Bellavista, de Santo Domingo.
Un equipo de abogados está defendiendo de manera gratuita a los familiares de Anahí Yandún y a los seis heridos que dejó el siniestro, todos estudiantes de la unidad educativa Kasama.
Entre ellos está Ángel Chum, quien vía telefónica ofreció detalles de la audiencia. Contó que entre las evidencias del caso están los videos, donde se ve que el conductor de la camioneta habría pasado varios semáforos en rojo antes de chocar de frente con la busera escolar.
Agregó que se le acusa de muerte en accidente de tránsito por conducir bajo los efectos del alcohol, por lesiones en accidentes, bajo las mismas circunstancias y por daños económicos, que superan los $20 mil dólares.
El pedido de la defensa de las víctimas es que el juez del caso tenga en cuenta los agravantes y se aplique la máxima pena, que podría ser entre 10 a 12 años de cárcel, de hallarse responsable a Daniel López.
El dolor también llegó de golpe para la familia de Elías Carlos Luis Saltos, el chofer de la buseta.
Una de sus hijas recordó que el lunes, pasadas las 05h00, dejó un mensaje en el grupo de Whatsapp de la familia donde deseaba bendiciones para todos y decía que los amaba infinitamente.
Después de eso, la muerte del hombre, de 60 años, los impactó. Él era oriundo de Manabí, pero hace años residía en Santo Domingo.
Tuvo en total cuatro hijas y era casado con Nancy Zapata. Durante años se ganó la vida haciendo recorridos de buseta, los alumnos y padres de familia lo recuerdan con mucho cariño, pues aseguran que siempre los ayudaba a subir al vehículo.
Fue sepultado en el camposanto Jardines del Edén, ayer por la tarde. Cuando murió, conducía la buseta rumbo a la cooperativa Juan Eulogio, para recoger a una de las estudiantes.
En toda su experiencia como chofer, jamás le bajaron puntos en la licencia de conducir.