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Jugar en un área cubierta de tierra era lo que hacían los moradores del barrio 10 de Agosto, perteneciente a la cooperativa Unión Cívica.  

Hasta hace unos meses, ellos no contaban con un espacio para recrearse, pues el único lugar que tenían estaba lleno de maleza.
Sin embargo, el panorama cambió.
Cristhian Vera, habitante recuerda que en su etapa de niño, las nubes de polvo se levantaban siempre que jugaban fútbol.  
Luego de varios años ingeniándoselas para divertirse, ahora todo es diferente para los moradores.
El espacio de recreación, donde muchos habitantes marcaron su infancia jugando en medio de polvo y lodo, ahora cuenta con una cancha de uso múltiple y juegos infantiles.  
Una de las moradoras que se siente contenta por la obra es María Cedeño, secretaria de la directiva del sector.
La mujer sostuvo que la lucha constante y la unión de los vecinos permitió que la obra sea una realidad.