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El confinamiento ha reducido los contagios de COVID-19, pero ha aumentado los casos de violencia en los hogares.

Sólo en Portoviejo, el ECU-911 reporta un promedio de tres emergencias diarias de este tipo.
Desde el 1 de enero hasta este viernes, la entidad contabilizaba 203 alertas por violencia psicológica contra la mujer o miembros del grupo familiar; 119 alertas por violencia física al mismo grupo de personas; y, 50 por violencia intrafamiliar.
Patricia Moya, administradora de la Fundación Nuevos Horizontes, con oficinas en Portoviejo, Chone y Santo Domingo, dijo que en los casos que han atendido evidencian que el propio hogar es el espacio más inseguro en el contexto que se está viviendo, debido a que se torna ideal para la violencia.
“Este confinamiento social que establecen las autoridades para frenar el avance del COVID, lamentablemente los maltratadores lo utilizan como mecanismo para aislar a las víctimas y a sus familias”, indicó.
De enero a abril del 2020, la fundación atendió a 2.937 personas que sufrieron algún tipo de violencia en Portoviejo; mientras que en los mismos cuatro meses de este año suman 3.407 atenciones. Dijo que se observa un incremento de 470, en comparación con el año pasado, al agregar que la mayoría de casos son violencia física y psicológica en niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores.

CAUSAS. La falta de trabajo, deudas, infidelidades, y la poca paciencia para el cuidado de niños y adultos mayores, son varias de las causas para el incremento de la violencia.
Pero esto no es lo único que preocupa a quienes integran la fundación, pues también han detectado un alto índice de conductas suicidas en adolescentes.
Moya indicó que cada semana atienden entre dos y tres casos de menores entre los 12 y 17 años.
Agregó que la fundación da atención a las víctimas de violencia, en coordinación con otras instituciones, que las derivan a casas de acogida, en situación de movilidad humana.
Fernanda (nombre protegido) decidió poner fin al maltrato psicológico que recibía de su esposo y se separó. “No podía seguir soportando sus insultos”, comentó.