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En Manabí hay más policías, pero con armas y UPC en espera.

De enero a junio de este año, la cantidad de crímenes en el país bordea los 3.340, es decir, 1.318 más que los registrados el año anterior.

Así, Ecuador no solo sigue batiendo su propio récord de homicidios intencionales (el 2022 fue el año más violento con 4.614 crímenes, según la Dinased), sino que la ola de violencia criminal, concentrada principalmente en las provincias del Litoral, lo ubica como uno de los países más peligrosos de Sudamérica.

Así que, mientras en promedio 18,5 personas son asesinadas cada día en Ecuador, los ofrecimientos del Gobierno de reforzar a la Policía Nacional para hacer frente a las organizaciones delictivas siguen solo en palabras.

No se han entregado las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) previstas para junio de este año (30) ni tampoco se ha cumplido con su repotenciación, al menos no en Manabí.

Las armas, municiones, cascos, chalecos y vehículos son otra cuenta pendiente, mientras que los anunciados cuarteles intermedios siguen en proyecto.    

Hace un mes se incorporaron cerca de 8.500 agentes, pero el incremento del talento humano en la filas policiales es tan solo una parte del plan para contener la violencia, ya que los novatos aún no reciben el equipamiento necesario para patrullar las calles, es decir, no tienen arma de dotación ni chalecos ni cascos.

Más personal, pero sin equipos

A la provincia de Manabí fueron destinados un total de 491, los cuales serán enviados a los distritos menos conflictivos, los que registran menos actos delictivos y asesinatos.

Patricio Almendáriz, comandante de la Subzona Manabí, detalló que este grupo reforzará el Eje Preventivo y estará listo en tres semanas, cuando termine la capacitación en temas como el uso progresivo de la fuerza, perfil e identificación de personas sospechosas, entre otros.

Además, este grupo colabora en patrullajes para el mantenimiento del orden.

Moradores de la calle Córdova, entre Pedro Gual y 10 de Agosto, en Portoviejo, los han visto pasar.

Generalmente cada 20 minutos usted ve un grupo de policías haciendo ronda, aunque su labor la cumplen a pie y solo andan con tolete; a nosotros, aquí en el barrio, nos hace sentir más seguros”, dijo una de las vecinas.

Para Patricio García, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), que los nuevos agentes salgan a las calles sin el equipamiento necesario “es una irresponsabilidad por parte del Gobierno”.

“Ellos están desprotegidos, mientras que los delincuentes tienen mejores armas que la misma Policía”, sentenció el activista, quien recordó que en las últimas semanas se han registrado ataques armados en pleno día y en zonas de alto tránsito peatonal y vehicular.

Sobre la falta armas y equipos, Almendáriz indicó que se tenía previsto retirar 246 pistolas Glock (arma corta) y carabinas (arma larga) para entregar a los policías novatos.

Es decir, que del grupo de servidores recién graduado, 245 quedarían pendientes de recibir su arma, pero que en su reemplazo se les dotará de carabinas.    

Infraestructura

De las 77 UPC que se tenía previsto implementar hasta finales de este año, 30 debieron estar listas en junio pasado.

A Manabí le tocan seis, pero no se ha empezado la construcción de ninguna.

Dos, una en El Carmen y otra en Chone, están en el grupo que debió estar listo hace un mes.

Almendáriz dijo que solo se ha avanzado en el tema de las escrituras de los terrenos.

En tanto que, sobre la repotenciación de cinco UPC (dos en Manta y tres en Portoviejo), no se ha hecho nada, aseguró el funcionario policial.