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Secuestradores pedían un millón de dólares para liberar a dos miembros de una familia que raptaron el pasado 13 de junio. Esta novedad se registró en la ciudad de Guayaquil.

Según información policial, unos quince sujetos llegaron en varios vehículos e irrumpieron en una vivienda de la ciudadela La Garzota, en Guayaquil. En este sitio ejecutaron el robo de un lote de joyas valorado en 60 mil dólares.

No conformes con los sustraído, los delincuentes buscaban dinero en efectivo y, al no hallarlo, procedieron a llevarse a dos miembros de la familia.

Después de efectuar el secuestro, los criminales se contactan con la familia y piden un millón de dólares por liberar a los dos cautivos. Para amedrentar a los familiares, los sujetos envían una foto en la que se veía un supuesto cuerpo embalado.

Como la familia no tenía el dinero que pedían, los delincuentes los volvieron a contactar para exigir el pago de medio millón de dólares para liberar a una de las víctimas.

Secuestradores pedían un millón por dos miembros de una familia

Los seres queridos reunieron el dinero y siguieron las indicaciones de los criminales. En esta instancia, los agentes de unidades especializadas de la Policía Nacional inició con las investigaciones y llegaron a Socio Vivienda 2. En este lugar aprehendieron a dos sospechosos.

Ambos detenidos dieron detalles de la localización de los secuestrados y los elementos policiales se movilizaron hasta una covacha, ubicada en un cerro.

En este sitio se encontraban los dos familiares secuestrados el 13 de junio, quienes tienen 60 y 20 años de edad.

También había una adolescente de 17 años de edad, a quien secuestraron en el sector Isla Trinitaria el pasado 16 de junio. Los tres secuestrados estaban encadenados y con sus rostros cubiertos.

Tras este procedimiento, los agentes pusieron a buen recaudo a las víctimas y entregaron a los presuntos secuestradores en manos de la justicia, los sujetos fueron identificados como Franklin Stiven M. Ch. y Frank Antonio G. G, este último de nacionalidad venezolana. Un juez de garantías penales les dictó orden de prisión a ambos.