“Helicópteros Sikorsky y Cobra, así como aviones de guerra están despegando de la base aérea de Diyarbakir (la ciudad más importante del sureste turco) para dar apoyo aéreo y destruir los nidos terroristas mediante bombardeos”, indicó Anatolia. Uno de los objetivos de la operación es cortar las vías de comunicación del PKK en una zona especialmente montañosa y de difícil acceso, según las mismas fuentes. Estos bombardeos forman parte de la operación de castigo lanzada por el Ejército turco el pasado domingo en varias provincias del sureste del país tras la muerte de 12 soldados turcos en una emboscada atribuida al PKK en el sureste del país. “En las áreas donde se hicieron las operaciones muchos refugios terroristas y equipamientos fueron destruidos” dijo Anatolia, sin dar más precisiones. El Ejército turco llevó a cabo con el bombardeo los primeros ataques contra posiciones del PKK en el norte de Irak desde el pasado domingo, según confirmaron en Ankara fuentes del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Las fuentes precisaron a Efe que “las operaciones se realizan dentro de Irak y puede ser que continúen mientras estemos hablando”. El portavoz se refería a lo informado ayer por algunos diarios turcos que aseguran que los militares han penetrado unos 50 kilómetros en el norte de Irak para “eliminar a los terroristas que mataron a soldados turcos en el ataque en Hakkari”. “El Ejército turco persiguió a los terroristas que atacaron (la localidad turca de) Daglica. Artillería, aviones y helicópteros bombardean objetivos del PKK en el interior de Irak”, dijo la fuente a Efe y precisó que “el Gobierno no puede decirlo todo públicamente”. El diario “Yeni Safak”, cercano al AKP, afirmó en su edición de que unos 8.000 soldados turcos han entrado en varias bases del PKK después de fuertes bombardeos con aviones F-16 y helicópteros Cobra.