Actualizado hace: 937 días 23 horas 7 minutos
Rusia
Una central nuclear estará en el ártico

La primera central nuclear flotante del mundo, construida a prueba de tsunamis e impacto de icebergs, zarpó rumbo al Ártico.

Domingo 25 Agosto 2019 | 11:00

“Akadémik Lomonósov”, nombre de la central, partió del puerto septentrional de Múrmansk (mar Blanco) con destino al de Pevek, que se encuentra en la región de Chukotka, a 4.700 kilómetros de distancia.

La planta flotante de 144 metros de eslora y 30 de manga es remolcada por dos rompehielos, llegará a su puerto de destino dentro de tres semanas y comenzará a generar electricidad en diciembre, según informó la corporación Rosenergoatom.
El proyecto, iniciado en el 2006 y que se vio lastrado durante años por la crisis económica, utiliza la misma tecnología que los rompehielos atómicos soviéticos, aunque en este caso cuenta con dos reactores (KLT-40S) de pequeño tamaño.
Potencia.  Con una potencia conjunta de 70 megavatios y 50 gigacalorías, la planta tiene capacidad para suministrar electricidad y energía calorífica a una ciudad de casi 100.000 habitantes.
Una vez atraque en Pevek, no lejos del estrecho de Béring, será la central nuclear más septentrional del planeta, lo que ha disparado la alarma de Greenpeace y otras organizaciones como la noruega Bellona, que la consideran un peligro para el frágil Ártico.
“Una planta flotante siempre es más peligrosa que una terrestre. Además, la tecnología no es nueva, es soviética, con algunas modificaciones”, comentó Alexandr Nikitin, el excoronel de la Marina rusa que fue procesado por difusión de secretos oficiales tras denunciar los vertidos radiactivos de la Flota del norte en el Ártico.
La catástrofe de Fukushima (2011) hizo que muchos ecologistas pidieran el carpetazo del proyecto, que se ha visto también salpicado por la reciente fuga radiactiva tras una explosión en un polígono militar no lejos de Múrmansk.
 
 Ong.  Greenpeace, que no ha dudado en calificar la planta de “Chernóbil flotante”, y otros ecologistas, que la han llamado “El Titanic sobre el hielo”, ya han propuesto alternativas, como las energías hidroeléctrica, solar y eólica, a un proyecto que consideran muy costoso.
“Greenpeace siempre se ha opuesto al proyecto. No nos convencen las garantías de seguridad. Aunque tenga menos potencia que una terrestre, puede haber contaminación radiactiva”, comentó Alisher Alímov, experto nuclear de dicha organización.
Mientras, los diseñadores de la “Akadémik Lomonósov” arguyen que su casco tiene el doble de grosor que los rompehielos tradicionales, cuenta con un compartimento hermético para almacenar el uranio poco enriquecido ya utilizado y puede soportar el embate de un tsunami provocado por un terremoto de 9 grados. 
La planta tendrá un plazo de explotación de 40 años, según las autoridades.
 
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