Él cuenta que lo hizo, pero al fin fue rescatado ayer a las 06h00. Antes de eso estuvo arrastrándose por horas en un espacio de 50 centímetros de alto. Arriba cemento, abajo también. 

En su recorrido vio personas muertas, algunas vivas y otras que morían frente a sus ojos. 

Les faltaba el aire, cuenta. La gente se asfixiaba. Hay gente viva, pero está atrapada entre ladrillos y placas de cemento. “Adentro hay gente viva aún, hasta ayer que me sacaron escuché voces y gritos. Ese lugar es un infierno”, expresa.

Entre los escombros Limber vio a Jéssica Moreira, una mujer embarazada que escribió mensajes hasta el sábado a la medianoche. Los textos le llegaban a Julián Torres, un médico. La mujer es su secretaria.  

La última vez que le escribió le dijo que seguía atrapada y le faltaba el aire. 

Moreira el sábado, día del terremoto, compraba útiles escolares en el lugar con su esposo. 

Trabajaba allí. Yadira Reyes también estaba en el Felipe Navarrete. Ella laboraba en la papelería. Cuenta que el sábado el lugar estaba lleno. “Son dos plantas, había mucha gente comprando útiles escolares; padres con sus hijos, familias enteras, todos están allí”, indica.

En las dos primeras plantas del centro comercial funcionaban librerías y papelerías. Los otros dos pisos eran parte de un hotel. 

Hasta ahora han sido rescatados 25 muertos del lugar. Seis personas fueron sacadas vivas. En el sitio trabajan unos 200 bomberos de Quito. 

De los 12 edificios que se cayeron en Tarqui, el Felipe Navarrete es donde se ha concentrado el trabajo de rescate. 

Esteban Arroyo, bombero, señala que la situación es complicada. El edificio, señala, colapsó de forma vertical. Las losas cayeron una encima de otra. “Sé que hay una bodega en la parte de atrás, de allí hemos sacado sobrevivientes, pero el asunto es crítico; había mucha gente allí, me dicen”, señala. 

Una cuadra más arriba de la zona de desastre están los familiares de algunos desaparecidos. 

José Flores, por ejemplo, pedía información sobre los rescatados con vida. Su hija estaba allí el día del terremoto. “Yo tengo esperanzas de hallarla, porque lo último que se pierde es la esperanza. Ella trabajaba allí, queremos que siga la búsqueda”, indica.

En el parqueadero. Los heridos están siendo atendidos en los parqueaderos del hospital Rafael Rodríguez Zambrano. Allí han ubicado carpas y dos clínicas móviles para recibir a los pacientes. 

El centro médico fue evacuado y esperan la llegada de los ingenieros del Ejército para que evalúen los daños, informó la gerencia del lugar. 

Los pacientes graves han sido derivados a hospitales de Guayaquil y Quito.