Sarkozy se impuso a Royal el 6 de mayo en la segunda vuelta de las presidenciales y ayer ambos descendieron de nuevo a la arena política para respaldar a los candidatos de sus partidos a los comicios legislativos del 10 y 17 de junio. Ambos coincidieron en invocar la “audacia” para que los electores respalden a sus correligionarios pero dieron un sentido distinto a esa actitud. Necesitan la mayoría de votos Si Sarkozy no obtiene un amplio respaldo y gana la oposición de izquierdas, “comenzará una cohabitación con su cortejo de conflictos larvados y de parálisis”, dijo. Durante gran parte de su discurso se situó en el papel de estadista, pero al final no eludió pedir el voto ante sus adversarios. Por su parte, los socialistas ensayaron un ejercicio de unidad. Royal quien se dirigió especialmente a los diecisiete millones de personas que votaron por ella. Fiel a la temática social que sostuvo durante la campaña Royal dijo que Sarkozy pone en peligro el derecho de huelga, fomenta la precariedad laboral y favorece las medidas represivas de la delincuencia juvenil antes que la Justicia.