Para algunos es el día más romántico y para otros un día más que se aprovecha como estrategia comercial de los grandes almacenes para incentivar el espíritu consumista. Lo cierto es que se trata de la excusa perfecta para disfrutar.

Lizeth Mendoza, propietaria de Pinblu Detalles, señala que en este día la gente se anima a mandar detalles sorpresas, sobre todo a las parejas. 

De las ofertas del local, la que es más solicitada es la sorpresa de flores con mimo incluido. “La gente pide mucho que enviemos arreglos a cenas o un lugar donde se está en pareja para sorprenderla con un show de mimo”, dice Mendoza. Pero no es lo único,  también tienen aceptación los envíos de vino con chocolates y los desayunos. 

Pero el 14 de febrero no sólo es un día para sorprender, sino también para consentir a tu pareja o a ti mismo en caso de que seas soltero. 

Puedes ir de paseo con tus amigos, hacer alguna actividad en grupo o simplemente ir de compras. La idea es que pases junto a tus amigos y disfruten un momento ameno. 

El origen.  Según reportes históricos, el origen de la fiesta de San Valentín se remonta a la época del Imperio romano. El gobernador de aquel entonces era Claudio II, quien había decidido prohibir los matrimonios para los jóvenes porque sentía que las personas casadas eran peores soldados en la guerra, extrañaban a sus familias y querían volver para estar con sus mujeres. Por esta razón, Valentín, un prestigioso sacerdote de Roma, decidió celebrar matrimonios en forma clandestina entre jóvenes. Cuando el emperador y el gobernador de Roma se enteraron de esta  práctica, ordenaron detenerlo.

El oficial encargado de encarcelarlo, llamado Asterius, decidió ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Lo retó a que le devolviera la vista a su hija Julia, que había nacido ciega, y Valentín realizó el milagro.

Según la leyenda -que se entronca con la historia-, durante su detención Valentín intentó convertir a varias de las autoridades al cristianismo y fue ordenada su ejecución. 

Según la leyenda, Valentín fue decapitado el 14 de febrero del año 270. 

A partir de la prédica de San Valentín comenzó la inspiración para que ese día fuera considerado especial por parte de las parejas, extendiéndose también al sentimiento de la amistad.