El factor sorpresa se impuso hasta el último instante en la carrera electoral y, a menos de 24 horas de la apertura de las urnas, las encuestas no definían por unanimidad el nombre del vencedor de las elecciones presidenciales.

Sondeos. Los sondeos divulgados este sábado por Ibope y Datafolha, los dos institutos demoscópicos más prestigiosos del país, mostraron que Rousseff supera entre seis y cuatro puntos porcentuales a Neves, respectivamente, aunque señalaron una caída en la intención de voto de la mandataria y una subida del líder opositor.

A pesar de mostrar a Rousseff por delante, Datafolha pronosticó un “empate técnico” entre ambos candidatos, debido al margen de error de dos puntos porcentuales. Está dualidad también fue apuntada por otra encuesta divulgada este sábado por la firma MDA que; sin embargo, puso a Neves al frente de la carrera electoral.

Cierres. La jefe de Estado participó en una marcha con simpatizantes en Porto Alegre, y aprovechó para criticar el rumbo de la política exterior defendida por Neves y atacar a la revista Veja, tras las acusaciones realizadas el viernes que indicaban que ella y su antecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva, sabían que en la petrolera estatal Petrobras se había enquistado una vasta red de corrupción. El abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña, por su parte, visitó en la localidad de São João Del Rey la tumba de su abuelo Tancredo Neves, el primer presidente civil electo tras 21 años de dictadura militar y que murió en 1985 antes de asumir su mandato. Con las participaciones de este sábado, ambos candidatos concluyeron la campaña más impredecible de los últimos años en el país.