Esta será una de las líneas principales de la nueva política económica y fiscal que el Ejecutivo nipón presentará a finales de junio, y que Abe avanzó el lunes ante la Comisión de Política Económica y Fiscal del Parlamento nacional, informaron ayer los medios japoneses.
La baja natalidad es una de las máximas preocupaciones del Gobierno nipón, ya que de mantenerse en su nivel actual -del 1,43 en 2013-, provocará una reducción de la población nacional del 20 por ciento, en los próximos 50 años e importantes carencias de mano de obra, lo que tendría graves consecuencias en la economía.
“Tras combatir la deflación, el Gobierno hará esfuerzos para aplicar reformas presupuestarias, fiscales y normativas para crear un ambiente favorable para el crecimiento económico y sostenible”, afirmó Abe en su intervención ante el Parlamento, recogida por el diario Nikkei.
En este sentido, anunció que se aumentarán las partidas presupuestarias destinadas a ayudar económicamente a parejas que tengan tres o más hijos.