Los asentados prendieron fuego en pedazos de madera y crearon así barreras para impedir la entrada al terreno de los policías, que lanzaron bombas de gases lacrimógeno para contener a algunos de los manifestantes que se oponían a la acción.

Los habitantes del asentamiento señalan que no tienen un lugar para donde irse y por eso decidieron ocupar la propiedad de la regional Compañía de Desarrollo de Habitación y Urbanismo (CDHU).

Las dos vías de acceso al barrio fueron bloqueadas y los autobuses tuvieron que desviarse de sus rutas, lo que ocasionó un gran embotellamiento de tránsito.

Durante el enfrentamiento fueron destruidas varias de las improvisadas casas de cartón y madera.

 

 DISTURBIOS. El mayor de la Policía Militar Mauricio de Araujo señaló a la agencia de noticias Efe que durante la semana fueron distribuidos varios avisos que informaban sobre la acción judicial de reintegración del terreno.

No obstante, la habitante Marisa Barreto dijo que nunca fueron realizadas reuniones y que una parte del terreno pertenece a dueños particulares y no en su totalidad a la CDHU. Además, alegó que la fecha para la reintegración estaba prevista para el 5 de junio.

“Ellos llegaron de madrugada sin respetar a nadie, ni niños ni ancianos, y eso no había sido acordado. Según el abogado de la CDHU, el cambio de fecha fue una decisión de la Policía Militar”, relató Barreto.  

De Araujo, sin embargo, justificó la acción porque no se tenía una fecha determinada para el desalojo.

La CDHU, por su parte, emitió un comunicado en el que alegó que el desalojo obedece a que las personas están en un área de “protección ambiental” en Campo Limpo.

“Como no se obtuvo éxito (para un desalojo pacífico), la empresa accionó la justicia y el 28 de abril fue aceptada la petición para la reintegración del terreno”, señaló el comunicado.

Mientras los flashes se centran en los 64 partidos del Mundial, hay una situación que preocupa desde hace varios meses en el país organizador, pero que no recibe la misma lupa: los violentos desalojos que se realizan en los puntos de menor poder adquisitivo para llevar adelante las obras de infraestructura para la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos de Río en 2016.