El terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter, ocurrido el pasado 10 de abril en el norte de Managua, abrió una grieta de 20 kilómetros de longitud, confirmó ayer el Gobierno de Nicaragua.
La grieta, clasificada como “falla geológica” por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), fue originada por el movimiento telúrico, precisó la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
En sus 20 kilómetros de extensión, que comienzan en el Municipio de Nagarote, a cinco kilómetros de la costa, la grieta se introdujo por debajo del lago Xolotlán y atravesó la isla Momotombito. Científicos de al menos siete países, que se encuentran en Nicaragua estudiando el fenómeno, descubrieron otras tres fallas geológicas de menor tamaño.