Según hizo público el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance Jr., los acusados supuestamente recibieron entre 30.000 y 50.000 dólares al año bajo el pretexto de que estaban completamente incapacitados por trastornos psiquiátricos graves, como estrés postraumático o depresión. 

Sin embargo, desde sus cuentas de Facebook, y otras páginas webs, los policías y bomberos enseñaban fotografías en las que paseaban en jet ski, pescaban en Costa Rica, montaban motocicleta, entre otras actividades. Según los fiscales, los funcionarios fueron entrenados para aparecer despeinados y desorientados en las entrevistas en las que los médicos evaluaron las solicitudes de discapacidad .