Fue desde diciembre de 1998 cuando los militares adquirieron un protagonismo en el Estado venezolano. 

Cientos de oficiales, en retiro o activos, ocuparon posiciones de dirección de organismos públicos a lo largo de 13 años de gestión chavista. Siendo el propio líder revolucionario un exteniente coronel del ejército, Hugo Chávez, quien confió en sus compañeros de armas. 

Legado. Ahora su sucesor, Nicolás Maduro, sigue sus pasos. En una rápida sucesión de decretos, en menos de un mes se han dado a conocer a través de la Gaceta Oficial las constituciones de un banco y de una empresa constructora de las Fuerzas Armadas. El primero, Bancofanb, con un capital equivalente a 27 millones de dólares. Éste llevará a cabo todo tipo de operaciones de intermediación en el mercado financiero. La segunda es Construfanb, que tiene como propósito la “elaboración de proyectos de construcción, arquitectura e ingeniería, desarrollos inmobiliarios públicos y privados, destinados a los miembros de la FANB y a la población civil venezolana”, según la resolución de la Presidencia de la República. El logro más grande del gobierno de Venezuela será la próxima salida al aire de un canal de televisión militar, TVFanb, presumiblemente en la señal digital que el gobierno chavista apresura. Se tiene previsto que el lanzamiento sea la próxima semana. 

Desde el inicio de su gobierno, Maduro anunció su disposición  a  crear zonas económicas militares, en el marco de su proyecto de zonas especiales, todavía a la espera de implementación. La idea propone reservar territorios para la inversión extranjera en sociedad con el Estado venezolano, a fin de producir bienes de exportación. 

El mandatario venezolano visualiza unas Fuerzas Armadas productivas y orientadas, primero, a su autosubsistencia y, en definitiva, a la generación de valor agregado tecnocientífico. Maduro los quiere ver cosechando lechugas tanto como ensamblando misiles y drones. 

Balance. Nicolás Maduro realizó ayer, ante las Fuerzas Armadas, un balance del año que calificó como “difícil” y “doloroso”, al tiempo que llamó a profundizar en el 2014 la ofensiva de su gobierno contra la inseguridad y la “especulación” en materia de precios.