La joven estuvo ahorrando desde los 18 años para poder pagar por la intervención que tenía previsto realizar en Reino Unido. Sin embargo, buscando en la Red descubrió que la misma operación le salía más barato si se lo hacia en una clínica belga.

En el Reino Unido le salia en US $6.700 mientras que en Bélgica US $3.300.

Así, Tanya, a pesar de los consejos de su mamá de que no fuera, decidió viajar a Bélgica para ser intervenida. Ahora, unos meses después lamenta con amargura su decisión.

Cuando regresó a su casa, al pasar los días comenzó a sentir molestias en el seno derecho, cuando vio la herida "observó un circulo amarillento".

"Gradualmente se comenzó a abrir. Dos días después estaba en el supermercado cuando empece a sentir un liquido correr por mi seno, era pus saliendo de la herida, la cicatriz estaba completamente abierta", contó Tanya.

Su medico de familia, le recetó antibióticos pero ya era demasiado tarde.

"Era tan horrible que cada vez que miraba la herida me daban ganas de desmayarme".

"Fue aterrador, prácticamente no me quedo ni musculo ni tejido en mi seno. La infección se lo comió todo" dijo Tanya.

Los doctores le informaron que la persona que la opero en Bélgica debió usar equipos sucios o no cumplir con las normas básicas de higiene para hacer operaciones de ese tipo 

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