Desde este lunes 5 de mayo, las universidades de Portoviejo retomaron clases presenciales con uso obligatorio de mascarillas en ambientes cerrados, siguiendo medidas de prevención frente al brote epidemiológico que afecta a cuatro provincias del país, incluida Manabí, por disposición del Ministerio de Educación.
Alerta sanitaria obliga medidas en educación superior
El anuncio nacional fue realizado por el Ministerio de Educación para planteles fiscales de cuatro provincias: Guayas, Manabí, Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas. Aunque la disposición no incluía a las universidades, varias instituciones de educación superior en Portoviejo decidieron acogerse a la medida por precaución.
Entre ellas están la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP) y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Manabí (PUCE) y la Universidad Técnica de Manabí (UTM), cuyos directivos informaron sobre la implementación inmediata del uso obligatorio de mascarillas en aulas y otros espacios cerrados.
El rector de la USGP, Jaime Alarcón Zambrano, confirmó que la medida fue activada desde el fin de semana, cuando se emitió la alerta epidemiológica. “El anuncio fue sorpresivo y abrupto. Coincidió con el feriado, lo que dificultó la adquisición de mascarillas por parte de la población estudiantil”, explicó.
Universidades activan protocolos internos
La USGP comenzó su nuevo periodo académico este lunes y, pese a la situación sanitaria, no suspendió sus actividades. “Consideramos que hubiera sido prudente postergar el inicio de clases por al menos una semana. La población no estaba preparada”, indicó Alarcón.
La universidad publicó la disposición a través de sus canales institucionales, indicando que el uso de mascarilla sería obligatorio en ambientes cerrados. Paralelamente, el Departamento de Bienestar Universitario inició coordinación con el Ministerio de Salud para implementar jornadas de vacunación contra la tosferina.
Además, se establecieron roles de vigilancia desde el primer día de clases. “Los coordinadores de carrera y los profesores tienen la instrucción de promover el uso de la mascarilla dentro de las aulas”, precisó el rector.
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Población estudiantil diversa y movilizada
Según Alarcón, cerca del 40% del estudiantado de la USGP proviene de otros cantones de Manabí y de provincias vecinas. “El transporte interprovincial es otro factor de riesgo. El movimiento estudiantil puede convertirse en un canal de transmisión del virus si no se toman precauciones”, advirtió.
El llamado de la universidad es a mantener la calma, pero también a cumplir con responsabilidad las disposiciones emitidas por las autoridades. “Instamos a la comunidad universitaria a acatar el uso de la mascarilla. Es una medida para proteger la salud colectiva”, afirmó.
PUCE Manabí también se suma a la prevención
Desde la PUCE Manabí, el prorector José Luis Cagigal indicó que la institución ya disponía de un lote de mascarillas en sus áreas de Seguridad y Salud Ocupacional, lo que permitió aplicar la medida con mayor rapidez.
“La disposición no se dirigía directamente a las universidades, pero decidimos acogerla por precaución. Muchos de nuestros estudiantes conviven con menores en sus hogares, y eso puede representar un canal de contagio”, sostuvo.
La PUCE inició su ciclo académico el pasado 28 de abril y ya había implementado una jornada de vacunación voluntaria contra la fiebre amarilla a finales de ese mes. Sin embargo, hasta el momento no ha habido una orden institucional para una jornada de vacunación contra la tosferina.
Experiencias estudiantiles marcan la jornada en las universidades
Los estudiantes también expresaron sus inquietudes frente al nuevo protocolo sanitario. Maykel Toapanta, de Odontología en la USGP, relató que le fue difícil conseguir mascarillas a tiempo. “Vengo del Empalme, me enteré tarde de la disposición. Esta carrera requiere mucho contacto con personas, por lo que estamos expuestos”, indicó.
Por su parte, Michael Solís, estudiante de Medicina en la PUCE, manifestó que no todas las personas están vacunadas. “Al igual que el COVID-19, la tosferina es altamente contagiosa. El uso de mascarillas ayuda a prevenir la propagación”, sostuvo.
Ambos coincidieron en que la medida debe mantenerse mientras dure la alerta. Consideran que el ambiente universitario, por su dinámica y cercanía, exige acciones de prevención estrictas.
Contexto del brote epidemiológico
El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió la alerta por el aumento de casos de tosferina y la circulación de la fiebre amarilla en zonas específicas del país. La tosferina, también conocida como coqueluche, es una enfermedad infecciosa respiratoria, particularmente peligrosa para niños menores de cinco años.
La fiebre amarilla, por otro lado, es transmitida por el mosquito Aedes aegypti, y aunque afecta menos a adolescentes y adultos, se mantiene como una amenaza en regiones tropicales.
El MSP informó que la alerta tendrá una vigencia de 60 días y durante este tiempo se recomienda el uso de mascarillas en ambientes cerrados, especialmente en centros educativos.
Medidas a nivel nacional
En las provincias afectadas, Guayas, Manabí, Los Ríos y Santo Domingo, se ordenó el uso obligatorio de mascarillas en escuelas y colegios. Aunque la medida no se extiende de forma oficial a las universidades, muchas han decidido adoptarla voluntariamente.
El Ministerio también ha solicitado que se intensifiquen las campañas de vacunación, con énfasis en los grupos más vulnerables. En algunos cantones ya se han desplegado brigadas móviles.
En el caso de Portoviejo, las autoridades locales de salud han exhortado a todos los sectores a colaborar con la prevención. La alta movilidad de la población durante el reciente feriado habría contribuido a la propagación del virus.
Educación superior en contexto de salud pública
Esta no es la primera vez que las universidades enfrentan emergencias sanitarias. Durante la pandemia de COVID-19, las instituciones debieron modificar sus modelos académicos, adaptando clases virtuales y sistemas híbridos.
Ahora, aunque la alerta actual no ha provocado suspensiones, se refuerzan protocolos de bioseguridad y se busca mantener informada a la comunidad estudiantil.
Las universidades de Portoviejo están trabajando con sus departamentos médicos y unidades de bienestar para garantizar que los estudiantes, docentes y personal administrativo cuenten con los insumos necesarios y la información actualizada.