Cien especialistas en ciencia, medicina y política sanitaria de varios países han suscrito una carta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que piden que el ente modifique su enfoque prohibicionista sobre el tabaco y tenga en su radar la evidencia científica en torno a las alternativas al cigarrillo con el fin de aminorar las muertes por tabaquismo.

La misiva fue pública este lunes 18 de octubre de 2021. Entre los firmantes está el doctor ecuatoriano Enrique Terán.

Los expertos que son parte de institutos, universidades y centros de investigación de Ecuador, Colombia, Argentina, Canadá, Estados Unidos, México y Nueva Zelanda, entre otros, sugieren a los delegados del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, de cara a la reunión COP9 de este año, que tomen en cuenta el enfoque de reducción del daño del tabaco a sus recomendaciones a los gobiernos, así como que permita el uso de productos libres de humo que han demostrado ser menos nocivos que el cigarrillo.

La recomendación de los científicos se ancla en las innovaciones que la tecnología ha permitido en el desarrollo de productos como vapeadores y de tabaco calentado, que no implican la combustión de tabaco ni la inhalación de humo. Los autores reconocen que esos productos no están exentos de riesgos y afirman que deben regularse de manera puntual y estricta, pero citan numerosos estudios que prueban que sí son significativamente menos dañinos para la salud que el cigarrillo normal.

Los académicos sostienen que “la OMS ha desestimado el potencial para transformar el mercado del tabaco de productos de alto riesgo a productos de bajo riesgo. Al hacerlo, da la espalda a una estrategia de salud pública que podría evitar millones de muertes relacionadas con el tabaquismo”. Consideran que si la OMS adoptara un enfoque de reducción del daño –en vez de su actual enfoque prohibicionista– se podrían lograr avances importantes en los ODS, entre los que se incluye la reducción a un tercio de los fallecimientos por enfermedades no transmisibles, incluyendo las relacionadas con el consumo de tabaco.

La OMS ha defendido su enfoque, asegurando que “los reguladores no deben dejarse distraer por las tácticas de la industria del tabaco, ni por la promoción agresiva de estos productos”.

El organismo promueve una política estricta de control de tabaco, argumentando que este producto mata a 8 millones de personas al año. También afirma que la mitad de los fumadores morirán por una enfermedad causada por el tabaco, perdiendo un promedio de 10 a 15 años de vida. Hasta ahora, la OMS ha optado por impulsar la prohibición total de los productos alternativos al cigarrillo, al considerarlos parte del problema por ser fabricados por la industria tabacalera, rechazando cualquier argumento en contra de su postura.

Los 100 firmantes aseguran que, si bien es importante ser cautelosos con la participación de la industria del tabaco en estas discusiones, las partes involucradas “no deberían ignorar el importante potencial de salud pública de los productos de riesgo reducido simplemente porque las empresas de tabaco los fabrican”. También señalan en sus recomendaciones que, al prohibir las alternativas al cigarro se deja a millones de fumadores sin opciones más seguras, lo que, cuestionan, representa en los hechos proteger la producción y consumo tanto de cigarrillos convencionales como de productos alternativos ilícitos, justamente lo que la OMS está buscando evitar.

Esta carta surge en el marco al encuentro Reducción de riesgos y daños en consumo de tabaco (#NicotinaRRD), oportunidades y desafíos, que se desarrollará este 22 de octubre, en Bogotá. Según sus organizadores esta será la conferencia más completa, científica y técnica sobre el cambio de paradigma en la manera de abordar el consumo de nicotina.