Un adolescente de 16 años fue sentenciado a 4 años de internamiento este lunes 8 de septiembre de 2025 en Quito, Ecuador, por secuestro y asalto a un taxista de 19 años, con el objetivo de garantizar justicia tras un violento delito.
La noche del 14 de junio de 2025, un taxista de 19 años fue víctima de un secuestro extorsivo en Quito. El joven conductor aceptó un servicio desde Carapungo hacia Ambato, pero en el trayecto, un grupo de cinco personas, incluido un adolescente de 16 años, lo atacó. Los agresores lo golpearon con la cacha de un arma de fuego, lo amenazaron de muerte y lo maniataron. Luego, lo abandonaron en la vía de los perros, en La Armenia, Valle de los Chillos, y huyeron con el taxi, dos celulares y $100 en efectivo.
Tras la denuncia del propietario del vehículo, la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) rastreó uno de los celulares robados mediante triangulación. Esto llevó a un allanamiento en un domicilio de Calderón, donde la Policía Nacional aprehendió a los cinco implicados, incluido el adolescente. El Fiscal de Justicia Juvenil N° 2 presentó pruebas contundentes: testimonios de agentes, el informe forense de las lesiones del conductor, la denuncia del propietario y el relato de la víctima.
El adolescente fue sentenciado a 4 años de internamiento institucional por el delito de secuestro extorsivo, mientras los cuatro adultos enfrentan una investigación penal en curso. La identidad de los procesados permanece protegida para respetar la presunción de inocencia y los derechos de los menores.
El secuestro en el que participó el adolescente enciende las alarmas sociales
El Fiscal destacó la gravedad del caso: “La participación de menores en delitos violentos es alarmante, pero la justicia actúa con firmeza”. El secuestro extorsivo, tipificado en el artículo 162 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y el artículo 385 del Código de la Niñez y Adolescencia, refleja un problema creciente en Ecuador. Los delitos cometidos por adolescentes en Pichincha aumentaron un 15% desde 2023, con el robo y la extorsión como los más frecuentes, según un informe periodístico.
En marzo de 2025, un caso similar en Guayaquil involucró a dos menores que secuestraron a un conductor de aplicativo, evidenciando un patrón de violencia juvenil en el transporte. Quito, como epicentro urbano, reporta un alza en estos crímenes, especialmente en sectores como Carapungo y Calderón.
Investigación en curso
La investigación contra los cuatro adultos continúa, con la Fiscalía recopilando más pruebas para determinar su grado de responsabilidad. El allanamiento en Calderón permitió recuperar el vehículo robado, pero los celulares y el dinero no fueron localizados. La Policía Nacional analiza posibles conexiones con redes de extorsión que operan en la capital, aunque no se han revelado detalles para no comprometer el proceso.
Un vecino de La Armenia, que pidió anonimato, expresó: “Es preocupante ver a jóvenes en estos delitos; necesitamos más seguridad en las carreteras”. La comunidad exige controles más estrictos en zonas vulnerables de Quito.
Respuesta policial y prevención ante la criminalidad
La Unase reforzará operativos en Pichincha para combatir el secuestro extorsivo, enfocándose en el transporte público. Las autoridades piden a los ciudadanos denunciar al 1800-Delito cualquier actividad sospechosa. Además, el caso destaca la importancia de programas de prevención para adolescentes, ya que muchos son reclutados por bandas delictivas.
En 2024, el Ministerio de Inclusión Social lanzó una campaña en Quito para reducir la delincuencia juvenil, pero los resultados aún son limitados. La condena del adolescente busca enviar un mensaje claro: la justicia no tolerará delitos graves, incluso en menores. Mientras, la ciudad espera medidas que frenen la violencia y protejan a sus conductores. (22)