La ratificación de Ecuador como uno de los países mejor posicionados en el mundo para jubilarse, no debe verse solo como un cumplido, es una oportunidad en lo cultural y financiero.
El intercambio cultural y el crecimiento en la visión del mundo, que facilita este hecho, es muy importante. Permite ganar y crecer en lo humano al residente y a quien arriba.
Pero también lo es la posibilidad de tener dinero circulando con velocidad en la economía local. Que ciudadanos del mundo lleguen al país para disfrutar sus retiros laborales, puede ser aprovechado para acrecentar la oferta inmobiliaria, el consumo de bienes y servicios de turismo, alimentación, salud y mucho más.
“Manabí tiene un gran potencial, Azuay lo aprovecha mejor”.
El clima, los paisajes, la biodiversidad, la variada gastronomía y la accesibilidad a ella, la cordialidad de la gente, la cercanía de las playas, los bosques y las ciudades; así como precios accesibles para los presupuestos de los jubilados de naciones con mejores ingresos, hacen, entre otras cosas, atractivo al país.
Pero hay debilidades. La inseguridad es una de ellas. La que tiene que ver con la delincuencia, pero también la jurídica, que ha facilitado algunos casos aislados de estafas. La calidad de los servicios básicos, es otra.
Los gobiernos, las universidades, los gremios y otros organismos deberían analizar y visualizar planes para potenciar oportunidades de integración y negocios.
Editorial de El Diario publicado este lunes 17 de enero del 2022 en nuestra edición impresa.