Las cifras que se han mostrado recientemente sobre la situación del fondo de salud del IESS reflejan un déficit mensual de 58 millones de dólares, debido a que los egresos son más elevados que los ingresos.
Con esto, se prevé que en agosto el IESS no tendría cómo pagar a los prestadores de servicios, lo cual agrava las preocupaciones en el plano sanitario, especialmente en una provincia como Manabí, que tiene una infraestructura de salud deteriorada.
Una suspensión de servicios de salud volverá más inoperante la atención que merecen los afiliados, que son quienes con sus aportes financian a esa institución.
Al suspenderse los pagos a prestadores externos, algunos, como Solca y otros establecimientos de la red privada, se verán envueltos en los mismos problemas, con la consecuencia de una potencial crisis.
“Que el IESS baje sus egresos y que se estructure un plan urgente de eficiencia”.
En plena pandemia, con cuatro hospitales inconclusos y una de las casas de salud centinelas inhabilitada por un incendio, las condiciones podrían empeorar si hay un repunte de casos de covid-19.
Ante ello, es fundamental que el IESS baje sus niveles de egresos, priorizando la atención a los afiliados, y que, en forma concomitante, se estructure un plan de eficiencia en forma urgente.
No son los afiliados quienes deben pagar las consecuencias de la politización, el mal manejo y la corrupción.
Editorial de El Diario publicado este domingo 18 de julio del 2021 en nuestra edición impresa.