Los hechos recientes en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), cuyos consejeros están envueltos en un conflicto legal y político, que ha escindido el seno del organismo en mayoría y minoría, ratifican la posición de que esa institución debe eliminarse.
El CPCCS fue creado con el nivel de poder del Estado y debe encargarse de promover la participación ciudadana y designar a las autoridades de control. Sin embargo, desde sus inicios se politizó, pues sus integrantes se alinearon con el gobierno de turno, anulando la independencia de la que, en teoría, debía estar investido.
“En la práctica, esta entidad no ha servido para solucionar los problemas del país”.
El presidente de la República debe incluir en la próxima consulta popular una pregunta en la que plantee la eliminación de este organismo que, en la práctica, no ha servido para solucionar los problemas del país; por el contrario, han aumentado la confrontación -no el debate- y la pugna por hacerse del poder en pleno proceso de designación de nuevos funcionarios.
Las funciones que ejerce ahora el CPCCS bien pueden retornar a la Asamblea Nacional, que tiene una mejor estructura y no concentra el poder en siete personas, como ocurre con el ente en cuestión.
Editorial de El Diario publicado este jueves 10 de febrero del 2022 en nuestra edición impresa.