Los riesgos de desastre ocasionados por eventos naturales o antrópicos siempre estarán presentes, pues la naturaleza es dinámica y, con frecuencia, poco predecible.
Sin embargo, una adecuada planificación puede ayudar a evitar muchos problemas.La ausencia de normas y, en caso de haberlas, de exigencia para que se las cumpla, magnifica los riesgos.
Tras el terremoto del 16A, los estudios determinaron que el colapso de muchas edificaciones se debió a deficiencias técnicas en las estructuras.
Muchos deslizamientos de tierra se originan en la desprotección de la capa de suelo en las zonas altas. Casos de inundación se agravan por el taponamiento de los cauces naturales de ríos y quebradas.
“Una adecuada planificación puede ayudar a evitar muchos problemas”.
En Manabí es habitual pasar de las emergencias por la escasez de agua, en la estación seca, a las inundaciones en la lluviosa. Y a eso se suman los riesgos siempre pendientes de sismos, tsunamis e incendios.
Los municipios deben actuar con mayor nivel de exigencia antes de autorizar las construcciones.
La ligereza de funcionarios no puede poner en riesgo la integridad de las poblaciones.
Editorial de El Diario publicado este lunes 28 de noviembre del 2022 en nuestra edición impresa.