La obligación de los políticos es buscar la solución a los problemas de los ecuatorianos e impulsar al país hacia mejores tiempos, y para ello hacen falta acuerdos que satisfagan a la mayoría.
Los intereses y la revancha de la clase política están afectando al país. Los rumores de muerte cruzada reaparecen en medio de las disputas entre grupos que buscan consolidar su poder, en vez de servir a la ciudadanía, que fue el fin con el que se los eligió.
Por un lado, la Asamblea Nacional sostiene que el presidente de la República ha incumplido el plan de gobierno; y por otro, el Ejecutivo recuerda la facultad presidencial de disolver al Legislativo.
Estos enfrentamientos, motivados por el cálculo político, abonan el terreno para la inseguridad jurídica y aumenta el riesgo de que la crisis económica se agudice, pues se genera incertidumbre, sobre todo en el campo de la inversión.
“El diálogo y los acuerdos deben tener prioridad, antes que las amenazas”.
El Gobierno no debería caer en este juego. En un país pluricultural y diverso, como Ecuador, el diálogo y los acuerdos deben tener prioridad, antes que las amenazas de desestabilización.
Los políticos están llamados a buscar soluciones para la mayoría de los ciudadanos, no para sus intereses. Esa es su obligación fundamental.
La muerte cruzada es un recurso constitucional, es cierto, pero debe ser el último al que se acuda. El país no merece tanta incertidumbre.
Editorial de El Diario publicado este sábado 8 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.