La Fiscalía debe actuar con mayor velocidad en los casos de captación ilegal de dinero y supuestos casos de piramidación financiera.
Es preciso que esto se haga para castigar delitos en el caso de existir, y para evitar mayores y dramáticos daños financieros a los ciudadanos.
Paralelamente la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero y Económico deben brindar mayor información a los ciudadanos sobre las instituciones acreditadas para recibir dinero de forma segura y bajo la supervisión del Estado.
“Hay que disminuir la posibilidad de que los ciudadanos caigan en engaños y pierdan sus recursos”.
Adicionalmente, es preciso, planificar y ejecutar un plan de educación financiera masivo y sostenido para los ciudadanos. Uno que avance más allá del que ejecutan los bancos y cooperativas de ahorro.
La promesa de pago de altos intereses económicos, la entrega de premios o cancelación de comisiones por llevar a nuevos miembros y la oferta de hacer negocios fáciles con altos rendimientos financieros, pueden llevar a los ciudadanos a arriesgar su patrimonio y a sufrir duros reveses, como ya se vio en el pasado.
Es preciso abordar el tema con urgencia, porque se conoce que no sólo existen estafas piramidales con locales físicos, también hay fórmulas digitales que permiten esta práctica.
El último caso conocido en Quevedo, debe llamar a la acción sobre un tema delicado y con alto impacto social.
Editorial de El Diario publicado este jueves 1 de julio del 2021 en nuestra edición impresa.