Los patios de retención vehicular se han convertido en cementerios de carros y motocicletas, basureros de metal y criaderos de roedores, por lo que es necesario que se busquen soluciones a este problema que amenaza la salubridad y la imagen en las ciudades.
Pero, además, se prestan para el cometimiento de actos ilícitos, como el robo de partes de los vehículos, piezas y repuestos. Incluso se han dado casos en que ladrones ingresan a robar, amparados en la poca vigilancia y la relativa facilidad de acceso.
Si bien estos lugares tienen que existir, pues su utilidad principal está en servir de espacios para ubicar los vehículos involucrados en accidentes de tránsito o en hechos ilícitos, para realizar investigaciones, deben prestar condiciones de salubridad y seguridad.
Lo ideal es que las personas tengan más facilidades para recuperar las motos y carros, cuando sea posible, y no tengan que caer en trámites engorrosos.
“La inseguridad y la falta de salubridad son dos problemas que tienen los patios de retención”.
Muchas personas prefieren dejar que sus vehículos se pierdan en los patios de retención a pagar multas y costos de permanencia.
Además, es necesario que se aplique la ley para que los vehículos que cumplan determinado tiempo en los patios sean chatarrizados, pero con reglas claras, con valores adecuados, que proporcionen ingresos que beneficien al Estado.
Editorial de El Diario publicado este sábado 10 de septiembre del 2022 en nuestra edición impresa.