El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que ha advertido una preocupante falta de dinero en los fondos de salud y jubilación, debe ajustar sus gastos y optimizarse para evitar el deterioro de los servicios a sus afiliados.
Mientras se habla del desfinanciamiento de la institución por falta de asignaciones suficientes por parte del Gobierno, se mantienen los errores de siempre, que incluso permitieron actos de corrupción que son del conocimiento general.
No son, precisamente, los afiliados y jubilados quienes deban pagar las consecuencias de un manejo poco eficiente de una institución monopólica que se financia con el dinero que aportan sus usuarios.
“Afiliados y jubilados no deben pagar las consecuencias del poco eficiente manejo”.
El Biess, que se creó como un banco para manejar los recursos que genera el IESS y contribuir a la capitalización de la seguridad social, tiene que dejar de ser un solventador de fondos de los gobiernos.
Es urgente la despolitización y la descentralización del instituto asegurador. Que deje de ser cuota política y pase a ser un ente técnico y, sobre todo, humano.
También es necesario que el Estado honre sus deudas con el IESS y comience a devolver los fondos que ha tomado pues, al final, a quienes se afecta es a los ciudadanos.
Editorial de El Diario publicado este jueves 11 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.