La manipulación del sistema de votaciones de los asambleístas debe ser esclarecida y de existir irregularidades, sancionada.
El pasado 28 de junio de 2022, la Asamblea descartó la destitución del presidente de la República Guillermo Lasso Mendoza en la sesión del pleno número 782. Fue necesaria una tercera votación porque cuatro asambleístas denunciaron la manipulación y cambios de sus votos.
El tema debe ser investigado por la trascendencia que tiene que en uno de los poderes del Estado exista la posibilidad de tal irregularidad, más aún en un tema tan importante para la democracia, pero además, porque el Código Orgánico Integral Penal establece que podría tratarse de un delito “el acceso no consentido a un sistema informático”.
“Hace bien la fiscalía en investigar el hecho, pero debe acelerar el proceso”.
Un grupo de legisladores habla de que existió hackeo, el presidente del Legislativo lo rechaza y el departamento de sistemas informáticos de la Asamblea asegura que hay evidencias de que se manipuló la votación de los 4 asambleístas desde una IP, que es el número de registro de acceso a Internet de un computador.
Más allá de la investigación de la Fiscalía, la Legislatura debe implementar los mecanismos para que la votación tenga estándares de ciberseguridad y en el futuro no vuelva a quedar la menor duda de que se procede según lo que resuelve cada legislador.
La aprobación de la Asamblea es inferior al diez por ciento, según varias investigaciones. Es momento de mejorar.
Editorial de El Diario publicado este domingo 10 de julio del 2022 en nuestra edición impresa.
