La obligación de ubicar cámaras, botones de pánico, dispositivos de ubicación satelital y taxímetros en las unidades de transporte público debe mantenerse, para seguridad, tanto de los usuarios como de los conductores y controladores.
Las frecuentes denuncias de actos delictivos en buses y taxis, especialmente en algunas rutas, son un indicador de que el servicio de asistencia en seguridad para las unidades de transporte no está funcionando a plenitud.
Lo que empezó como una exigencia ya no se controla con el nivel de demanda inicial.
También se han dado quejas de usuarios por la elevación del precio de carreras de taxis, y de conductores que se sienten afectados por usuarios que no pagan el precio justo.
“Obligaron a invertir en dispositivos de seguridad, y no está bien que estén inservibles”.
Los organismos vinculados con la seguridad y el control del tránsito deben hacer que se mantenga el uso de tales dispositivos que demandaron una inversión fuerte para los dueños de los vehículos. No pueden seguir siendo elementos inservibles.
Tanto los dueños de los vehículos como los conductores y los usuarios deben sentirse plenamente seguros en las unidades de transporte público, y si obligaron a gastar en aparatos para ello, tiene que garantizarse su pleno funcionamiento.
Editorial de El Diario publicado este lunes 6 de septiembre del 2021 en nuestra edición impresa.