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La desconfianza de los ciudadanos en sus instituciones y representantes por la corrupción es una señal muy grave que evalúa y castiga a quienes cumplen funciones en los tres poderes del Estado.

Pero, además de ser una sanción para los gobernantes, es una señal de alerta y un signo de preocupación porque puede germinar un proceso dictatorial y totalitario por la corrupción.

El 50 por ciento de los ecuatorianos afirma que apoyarían un gobierno militar en la situación actual del país, según la última edición del Latinobarómetro, un estudio de opinión que se realiza en 18 países de América Latina.

Al 58 por ciento de los ecuatorianos no les importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas del país.

“Los líderes políticos deben cambiar y los ciudadanos tienen que dejar la apatía”. 

Porque el 87 por ciento de los habitantes de Ecuador no está satisfecho con la democracia y el 85 por ciento cree que los partidos políticos no funcionan, por la corrupción.

Todo esto se resume en inconformidad y pérdida de legitimidad.

La corrupción sistemática, el incumplimiento de promesas electorales, la inseguridad, las malas condiciones de vida, la falta de acceso a servicios básicos, salud, educación y la falta de justicia están minando la democracia.

Los líderes políticos deben cambiar y los ciudadanos tienen que dejar la apatía o las consecuencias podrían ser muy graves.

Editorial de El Diario publicado el viernes 28 de julio del 2023 en nuestra edición impresa.

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