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Los procedimientos que hasta ahora han dejado los operativos entre policías y militares, son dignos de respaldo.

Estos procedimientos se han dado en cumplimiento del decreto ejecutivo que dispone la movilización para enfrentar a las bandas delictivas.

Con la declaración de un estado de conflicto interno armado y la categorización de más de una veintena de bandas como organizaciones terroristas se abre un frente de lucha del Estado.

La lucha es contra varios grupos delincuenciales que han sembrado violencia en todo el país.

Sin embargo, se deben cuidar los procedimientos para no cometer errores.

En vídeos que se han hecho virales se observa cómo supuestos delincuentes y transgresores del toque de queda reciben golpes o son obligados a realizar acciones como cantar o ejercitarse.

“Se pide prudencia a las Fuerzas Armadas y a defensores de los derechos humanos”.

Los defensores de los derechos humanos también deben comprender que en un estado de “conflicto armado interno”, como dice el decreto presidencial.

La propaganda de los avances del Ejército también cumple la función de enviar un mensaje a los delincuentes y otro a la ciudadanía que está ávida de orden.

Es difícil encontrar un equilibrio en estos procedimientos. Por ello se pide prudencia tanto a las Fuerzas Armadas como a los defensores de los derechos humanos.

Las acciones de la fuerza pública, en el fondo, son más pertinentes que nunca, pero también hay que cuidar la forma en que se las ejecuta.

Editorial de El Diario publicado el miércoles 17 de enero del 2024 en nuestra edición impresa.